Google Bard llegó para posicionarse como una de las plataformas de Inteligencia Artificial Generativa basada en texto más importantes del planeta, haciendo competencia de lleno contra la más popular hoy en día: ChatGPT.
El sistema de OpenAI se enfrenta actualmente a un montón de problemas y fallos, como el asunto de las alucinaciones, de que su actual CEO, Sam Altman, ha intentado vender más bien como una función atractiva adicional, sin convencer mucho a sus detractores.
Que una Inteligencia Artificial sea eficiente resulta un factor vital para su uso, pero también es igual de importante que no mienta, ni tergiverse, ni integre información falsa o claramente imprecisa en los contenidos que genera.
Bajo tal perspectiva Google Bard ha demostrado ser mucho más confiable, concisa y efectiva. Sin embargo ha batallado para posicionarse en el sector debido a la popularidad o comodidad de uso de otros sistemas como Bing Chat o la propia ChatGPT.
Ahora la compañía parece que se muestra dispuesta a cambiar esta situación, integrando su plataforma a un montón de servicios utilizados por millones de personas. Lo que ayudaría en definitiva a su diversificación y posicionamiento.
Google Bard llega a Gmail, Drive, Docs, Calendar, Google Maps, YouTube y más
A través de una publicación en su blog oficial los chicos de Alphabet han revelado el inicio de una nueva etapa para su Inteligencia Artificial Bard, con la integración de la plataforma a prácticamente todo el ecosistema de servicios ya existentes.
De modo que ahora Bard ahora puede conectarse y extraer información de aplicaciones nativas de Google que todos usamos y conocemos como Gmail, Docs, YouTube y más.
Estas denominadas “Extensiones de Bard” serán capaces de localizar información de manera ágil y fácil a través de múltiples herramientas. Yury Pinsky, director de gestión de productos de Bard así lo describe:
“Por ejemplo, si estás planeando un viaje al Gran Cañón (un proyecto que ocupa muchas pestañas), ahora puedes pedirle a Bard que tome las fechas que funcionen para todos los involucrados desde Gmail, para buscar datos en tiempo real.
Como información sobre los vuelos, tiempos de traslado y datos sobre el hotel, ver direcciones de Google Maps para llegar al aeropuerto e incluso ver videos de YouTube sobre cosas que puede hacer allí en tu destino de viaje, todo dentro de una sola conversación”.
Esto suena muy práctico pero hay una duda que salta de inmediato al ver este nivel de integración a nuestras cuentas personales de usuario: la privacidad real de la Inteligencia Artificial.
En términos de privacidad, Google aseguró que cada uno de forma individual estará a cargo de si desea activar o no las nuevas extensiones de Bard. Además de que el usuario podrá configurar cómo desea usarlas.
La amable omisión es que para hacerlo será necesario otorgar permisos forzosos, donde los términos y condiciones marcarán la aceptación explícita del procesamiento de información personal para hacer labores de asistencia como la planificación de unas vacaciones.
En conclusión, la nueva integración es atractiva. Pero implica ceder algo de nuestra privacidad si queremos usarla incluso en su grado más mínimo.