sábado, septiembre 14, 2024
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    El juicio del limitador de velocidad de Nueva York deja a la UE en el polvo

    A finales de la semana pasada, la ciudad de Nueva York anunció una forma revolucionaria de frenar el problema del exceso de velocidad mediante el uso de limitadores de velocidad. No es solo una novedad para la ciudad, sino una mejora masiva de los esfuerzos implementados este año en Europa.

    Como parte de un nuevo programa piloto de seis meses, 50 vehículos de la flota de la ciudad están equipados con asistencia de velocidad inteligente activa (ISA), que restringe la velocidad máxima de un vehículo, evitando que exceda los límites de velocidad locales.

    Si tiene éxito, la ciudad de Nueva York extenderá la iniciativa a toda la flota de 30.000 vehículos de la ciudad, que incluye camiones de bomberos, coches de policía, camiones de saneamiento, pavimentadoras de calles y vehículos de pasajeros, distribuidos en 60 agencias.

    ¿Qué es un limitador de velocidad y cómo funciona?

    Un limitador de velocidad (también llamado regulador de velocidad o asistente de velocidad inteligente) está diseñado para evitar que la velocidad de un vehículo supere un cierto umbral.

    límite de velocidad
    Un asistente de velocidad inteligente pasivo

    Los asistentes de velocidad inteligentes utilizan cámaras de reconocimiento de señales de tráfico o un sistema vinculado a mapas GPS para detectar señales de velocidad. El sistema alerta al conductor si supera el límite de velocidad y, en el caso de los sistemas activos, si no logra reducir la velocidad, limita el par del motor, reduciendo la velocidad del vehículo.

    ISA activas vs pasivas

    Existen dos modalidades de ISA: activa y pasiva.

    Con el sistema activo, si el operador de un vehículo de la flota intenta superar el límite de velocidad local, la tecnología ISA se activa y reduce la velocidad del vehículo automáticamente.

    Alternativamente, el sistema pasivo alerta a los conductores cuando se conduce por encima del límite de velocidad.

    Espera, ¿no son los limitadores de velocidad ya una cosa en ebikes y scooters?

    Programa de bicicletas compartidas Bird
    Scooter y ebike de Bird. Crédito: Pájaro

     

    Los operadores de scooters de esquema de alquiler ya pueden moderar los niveles de velocidad. Por ejemplo, la mayoría de los ciclistas comienzan en modo principiante a una velocidad reducida.

    También hay variaciones en términos de ubicación y hora del día. En París, los scooters tienen un límite de 10 km/h (6 mph) cerca de las zonas turísticas, mientras que la prueba actual de scooters de Londres limita su velocidad a 19,3 km/h (12,5 mph).

    La prueba de Londres también cuenta con «zonas prohibidas» donde los patinetes se detienen por completo y zonas de baja velocidad donde los patinetes eléctricos desaceleran automáticamente a una velocidad de 12,8 km/h (8 mph).

    Los límites de velocidad de las bicicletas eléctricas varían en los EE. UU. y Europa según la clasificación del tipo de bicicleta. Vale la pena señalar que, si bien no es recomendable, también es posible eliminar el limitador de velocidad de una bicicleta eléctrica.

    Entonces, ¿por qué no es una cosa en todos los autos?

    Está viniendo. En 2019, la UE aprobó una legislación que exige que todos los vehículos nuevos tengan un limitador de asistencia de velocidad inteligente. Esto es a pesar de la resistencia de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles.

    A partir de julio de 2022, las ISA se volvieron obligatorias en Europa en todos los modelos nuevos de automóviles, camionetas, camiones y autobuses. A partir de julio de 2024, los OEM deben equipar todos los vehículos nuevos vendidos en la UE con un sistema ISA.

    Esto incluye la incorporación de un registrador de datos de eventos que registra los datos de conducción. Los datos podrían determinar si un conductor estaba anulando manualmente el limitador de velocidad en caso de accidente.

    No hay movimientos legales para hacer que ISA sea obligatorio en los vehículos estadounidenses. Sin embargo, muchos fabricantes de automóviles los han introducido como parte de sus ofertas más amplias de ADAS.

    Ya instalados en camiones, limitadores de velocidad en motores de camiones a gasolina para ayudar a reducir las emisiones de carbono. Y, dado que conducir rápido quema más combustible, un limitador de velocidad puede ayudar a reducir los costos de combustible.

    Las ISA activas también podrían ayudar a mitigar el impacto de las embestidas de vehículos en áreas urbanas urbanizadas, como los centros de las ciudades y durante desfiles y mercados.

    Pero hay un inconveniente.

    Desafortunadamente, los limitadores de velocidad de la UE no son tan limitantes

    Los reguladores de la UE han optado por limitadores de velocidad pasivos. Estos alertan al conductor de forma audible o visual sobre el límite de velocidad y cuando lo han excedido. No reducen automáticamente la velocidad del automóvil y el conductor puede anular manualmente el sistema.

    El Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte ha señalado repetidamente que los conductores encuentran irritante una advertencia sonora con tendencia a apagar el limitador de velocidad. Afirma que la «retroalimentación háptica», que utiliza una mayor retroalimentación de fuerza en el control del acelerador o la reducción del motor, son los únicos limitadores de velocidad efectivos.

    Además, según HERE Technologies, los sistemas ISA que solo usan cámaras a bordo para capturar los límites de velocidad de las señales pueden no cumplir con los criterios de prueba de la regulación ISA. Las señales pueden oscurecerse visualmente y muchos límites de velocidad no están señalizados explícitamente.

    Entonces, si bien las ISA no son la corriente principal en los EE. UU., el juicio de la ciudad de Nueva York hace más para reducir la velocidad que los esfuerzos pasivos de la UE. ¡Incluso los scooters están sujetos a más limitaciones con sus limitadores de velocidad activos que los automóviles en Europa! Y eso me deja sintiéndome malditamente inquieto.

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